Imagina que te paguen por ir en bicicleta al trabajo

Casi 10 mil pesos diarios por ir al trabajo en Bicicleta en Belgica y otros países europeos!

En Bélgica el acuerdo entre los representantes de los empleadores y los empleados dentro del Consejo Nacional del Trabajo garantiza que este subsidio cubra un máximo de 40 kilómetros por día, lo que equivale a un máximo diario de 10,80 €.

Las bicicletas y las bicicletas eléctricas son vehículos que ofrecen una solución potencial a varios problemas sociales y medioambientales. Al ser utilizadas masivamente, pueden contribuir a una población más saludable, tanto física como mentalmente, al reducir los costos de atención médica. Además, fomentan la disminución de emisiones al dejar los coches en casa o evitar su compra, lo que ayuda a los gobiernos a cumplir con los compromisos climáticos y mejora la calidad del aire.

En América del Norte, donde los automóviles son predominantes, se propone adoptar la idea de pagar a las personas por utilizar la bicicleta como medio de transporte al trabajo, siguiendo el ejemplo de Europa. Esta medida no solo abordaría problemas como la congestión del tráfico y la contaminación, sino que también promovería estilos de vida más activos.

El surgimiento de las bicicletas eléctricas ha revolucionado aún más la escena del transporte, combinando la comodidad de los vehículos motorizados con los beneficios del ejercicio físico. Programas innovadores de bicicleta al trabajo, como los que se están implementando en varios países europeos, ofrecen incentivos fiscales para alentar a los empleados a optar por la bicicleta en lugar del automóvil.

En Bélgica, por ejemplo, se ha observado un aumento significativo en la cantidad de empleadores que ofrecen subsidios para bicicletas a sus trabajadores, y se espera que esta tendencia continúe en el futuro. Estos subsidios, junto con la creciente infraestructura ciclista en toda Europa, están contribuyendo a un cambio cultural hacia el ciclismo como una forma viable y sostenible de transporte.

Los beneficios del ciclismo no se limitan solo al aspecto ambiental, sino que también incluyen mejoras en la salud individual y la calidad de vida. Sin embargo, para que el ciclismo al trabajo se convierta en una opción más popular, se necesitan inversiones adicionales en infraestructura ciclista segura y conveniente.

En todo el continente europeo, se están implementando una variedad de incentivos fiscales y programas de asistencia para promover el ciclismo al trabajo, con resultados positivos en términos de reducción de emisiones y congestión del tráfico. Estos programas también están ganando impulso en países como el Reino Unido, Francia e Italia, donde se están ofreciendo subsidios y vales de movilidad para alentar a más personas a elegir la bicicleta como medio de transporte.

En España, se están considerando propuestas para introducir subvenciones y deducciones fiscales para fomentar el ciclismo al trabajo, lo que sugiere un cambio hacia una cultura más amigable con las bicicletas. A medida que estos programas continúan ganando popularidad, es evidente que el ciclismo al trabajo tiene el potencial de desempeñar un papel importante en la creación de ciudades más limpias, saludables y sostenibles en todo el mundo.

En Chile, solo nos queda esperar a que  nuevas autoridades emulen las ideas que se están realizando en los países del primer mundo que ven en la bicicleta u socio estratégico para hacer frente a problemáticas que ya son comunes en todo el mundo.

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